Debido a la naturaleza del recorrido (senderos de tierra, rocas y otros obstáculos naturales) y a la altitud, la carrera es mucho más difícil que los maratones estándar de 42,195 kilómetros. Los tiempos de los vencedores del maratón suelen ser de algo menos de cuatro horas (en comparación con los tiempos de los maratones de "llanura" de élite, de algo más de dos horas). Aunque la pendiente media es del 11%, algunos tramos son mucho más empinados porque la parte central de la carrera es relativamente llana. Los 5 km iniciales son muy empinados. Las 7 millas (11 km) centrales comienzan como terreno ondulado, pero se vuelven progresivamente más empinadas hacia el final. Los 4,8 km superiores están por encima del límite de la altitud y requieren escalar algunas rocas para llegar a la cima. Los niveles de oxígeno descienden progresivamente a medida que aumenta la altitud, lo que agrava aún más la cuesta arriba.